Cada año, la firma CyberSource, propiedad de Visa, Inc., en conjunto con el Instituto Latinoaméricano de Comercio Electrónico, lanzan un estudio que refleja las tendencias del comercio electrónico en Latinoamérica y se enfoca particularmente en el fraude en línea, tema que es de altísimo impacto en un proyecto de comercio electrónico y que, obviamente, le genera a los empresarios y emprendedores gran temor por las consecuencias que este puede traer para su negocio.
Somos conscientes de los riesgos que existen en una tienda virtual, particularmente con el fraude en línea en la República Dominicana. Riesgos que pueden variar según el tipo de negocio o medio de pago utilizado. Sin embargo, no es menos cierto que, en la medida en que los empresarios y emprendedores tomen las medidas del caso, apliquen las «buenas prácticas» de seguridad y se implementen los controles recomendados, el riesgo de fraude en línea puede disminuir a niveles en los que hacer pagos con tarjeta de crédito en el mundo «real» puede ser más riesgoso que hacerlos en el mundo virtual. Es decir, te pueden clonar más fácil tu tarjeta de crédito en un restaurante o en una ‘bomba’ de gasolina, que en una página web que maneje un proceso de pago o checkout profesional.
Volviendo al estudio, la información presentada recopila información del año 2013 con estadísticas de 186 negocios en línea de varios países de la región, con ventas ascendentes a los US$24,000 millones, específicamente en las industrias retail (bienes digitales, electrónica, bienes físicos y servicios) y viajes y turismo (aerolíneas y viajes), descartando el estudio otros modelos de comercio electrónico (C2C, pago de facturas, apuestas en línea, remesas, entre otros).
El estudio analiza los mecanismos de prevención de fraude utilizados por los negocios de la muestra, haciendo distinción de si usan procesos manuales o automatizados para evaluar a sus clientes y sus transacciones, y muestra el impacto que dichos procesos de revisión o «screening» tienen sobre las ventas. Igualmente, muestra el impacto de los contracargos (chargebacks) en dichas ventas.
El potencial de fraude en línea es una variable que siempre debes considerar en tu proyecto de comercio electrónico. Es mejor que estés preparado para saber cómo actuar si te sucede y que no te cojan desprevenido los «delincuentes digitales».
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